Las casi 300.000 instalaciones de calefacción con biomasa tecnificada existentes en España evitaron la emisión de 4.157.319 toneladas de CO2 en 2018, según datos del Observatorio de la Biomasa de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), que ha presentado el informe correspondiente al cierre del ejercicio pasado, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.
El Observatorio de la Biomasa de Avebiom hace un seguimiento de la evolución de las estufas y calderas de biomasa que se instalan anualmente en España desde 2009. Los datos que ofrece no incluyen la actividad de los equipos tradicionales alimentados por leña, como son las antiguas estufas, barbacoas y otros de menor eficiencia.
En opinión del presidente de Avebiom, Javier Díaz, “el sector de la biomasa se ha consolidado como un instrumento indispensable en la estrategia nacional para la reducción de gases de efecto invernadero, al igual que lo es también en Europa”.
Díaz destacó el constante crecimiento del sector “tanto en número instalaciones de calefacción —cuya tasa anual se sitúa por encima del 20%—, como en volumen de negocio y empleo, especialmente en el medio rural”.
En este sentido, Díaz recordó algunas de las reclamaciones que ha formulado Avebiom a los últimos gobiernos, entre las que se encuentra la implantación de un impuesto a las emisiones de CO2, “porque tiene que ser cierto que el que contamina debe pagar por ello”, así como “la aplicación de un IVA de 7% a los biocombustibles sólidos y equipos de combustión de la biomasa o la posibilidad de que los ayuntamientos puedan rebajar el IBI de los inmuebles que sustituyen sus equipos de calefacción alimentados con combustibles fósiles por energías limpias y no contaminantes, como los modernos equipos de biomasa”.
La mayor parte de las más de 4,1 millones toneladas de CO2 no emitidas en 2018 corresponden a las modernas calderas y equipos de uso industrial o comunitario (3,6 millones de toneladas), mientras que las estufas y calderas de uso residencial evitaron la emisión de algo más de medio millón de toneladas de CO2.
La cifra total de toneladas de CO2 es equivalente a la teórica retirada de la circulación de alrededor de 2,8 millones de turismos; es decir, similar a la contaminación producida por el 11,5% de los que circulan en España.
El uso de biomasa térmica por parte de las 300.000 modernas estufas y calderas que funcionaban a finales de 2018, un 22% más que el ejercicio anterior, ha permitido evitar la importación de un equivalente a 1.570 millones de litros de gasóleo.
El sector de la biomasa tecnológicamente más avanzado generó en 2018 un negocio de 870 millones de euros, casi un 2% más que el ejercicio anterior, y emplea a 9.600 personas, un 11% más.