La primera central y red de calor a escala de barrio alimentada de biomasa de astilla foresta ya está en marcha

La Presidenta de Gobierno de Navarra, María Chivite, ha inaugurado oficialmente en el barrio pamplonés de la Txantrea la primera central y red de calor a escala de barrio de Navarra alimentada con biomasa forestal y una de las de mayor potencia a nivel estatal. Se trata de un proyecto innovador para suministrar calefacción a 4.500 viviendas y centros públicos, con una inversión total de 13,8 millones en dos fases.

La nueva instalación está impulsada por Nasuvinsa y explotada por el grupo ENGIE, a través de su filial navarra Districalor. La primera fase del proyecto ha incluido la construcción de la obra civil, la instalación de generación de calor de 24,5 MW de potencia y el soterramiento de los tres primeros kilómetros de red de distribución formada por doble tubería preaislada por la que circula el agua caliente hasta las viviendas y edificios dotacionales.

María Chivite ha señalado que son la “innovación y sostenibilidad definen a este proyecto de iniciativa pública, que cumple con el doble objetivo de suministrar a precios competitivos calefacción a viviendas y red de calor (calefacción y agua caliente sanitaria) a centros públicos, y en segundo lugar, sustituir el uso de combustibles fósiles por energía verde como la biomasa forestal de origen autóctono, que evitará en esta primera fase la emisión anual a la atmósfera de 4.000 toneladas de CO2”.

Por parte de ENGIE-Districalor han asistido Janis Rey, directora general de ENGIE Solutions en España y Xavier Puyal, director del departamento de Redes de Calor y Frío. Durante el acto, Janis Rey ha destacado que “al combinar tecnología avanzada y recursos locales, como la biomasa forestal, estamos no solo contribuyendo a la descarbonización de la ciudad, sino también demostrando que es posible una gestión energética que combine eficiencia, sostenibilidad e impacto positivo en el entorno”.

 

Colegio, polideportivo y UD Txantrea
En esta primera fase, la central de calor suministrará calefacción a 2.000 viviendas, a las que se incorporarán otras 2.500 en una fase posterior. Actualmente están ya conectados a la red de calor (calefacción y agua caliente sanitaria) tres edificios dotacionales públicos, como son el colegio público García Galdeano y el polideportivo Ezcaba, ambos del Ayuntamiento de Pamplona/Iruña, así como la Unión Deportiva Cultural Txantrea. Está también contratado el servicio para 2.000 viviendas correspondientes a sendas comunidades de calor, concretamente Calor Txantrea (800) y Orvina II (1.200).

Así mismo, se está gestionando la posible incorporación de la comunidad de calor San José (500 viviendas) y de dos centros dependientes del Gobierno de Navarra, como son Valle de Roncal y San Francisco Javier, este último adscrito al Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, así como del colegio público Bernat Etxepare y de la Escuela Infantil Izartegi, ambos del Ayuntamiento de Pamplona.

 

Depósito de 1,8 millones de litros de agua caliente
Esta primera fase de construcción y puesta en servicio de la central y de la red de calor comunitaria ha supuesto una inversión 10,7 millones de euros, de los que 6,9 millones (65%) han sido aportados por la sociedad pública Nasuvinsa, que ha contado para ello con una subvención del 50% con cargo al programa FEDER Navarra.

Los 3,8 millones restantes han corrido a cargo de ENGIE, empresa que en su día resultó adjudicataria de la construcción, gestión y explotación de las instalaciones por un período de 36 años.

La capacidad total de la central alcanzará su pleno desarrollo en una segunda fase que se espera que esté operativa como máximo en 2028, y que permitirá atender la demanda de calefacción de 4.500 viviendas.

La central cuenta con tres fosos para recepción y almacenaje de hasta 1.000 metros cúbicos de astilla de madera, para alimentar la infraestructura de generación de calor con una potencia total instalada ahora de 24,5 MW, que se ampliará hasta los 39 MW en la segunda fase. Cuenta también con una sala de bombeo y un depósito exterior en el que se almacenan 1,8 millones de litros (1.800 m3) de agua caliente.

El combustible principal que alimenta la caldera es biomasa de astilla de madera, procedente de superficies forestales que cuenten con certificado de explotación sostenible situadas en Navarra o cuya distancia entre origen y punto de consumo sea inferior a 150 km por carretera.

El empleo de la biomasa permitirá evitar anualmente la emisión a la atmósfera de 4.000 Toneladas de CO2, volumen que se verá duplicado con la entrada en servicio de una segunda caldera en una fase posterior.

 

Efidistrict Txantrea
La central de calor se impulsó en el marco del plan piloto Efidistrict Txantrea para la rehabilitación energética y regeneración urbana, que permitió intervenir hasta 2022 en más de 2.200 viviendas.

La regeneración urbana del barrio ha sido viable gracias al servicio de acompañamiento de Nasuvinsa a las comunidades de propietarios, financiado por el proyecto europeo Efidistrict (2014-2017), los convenios firmados con el Ayuntamiento de Pamplona desde 2018 hasta la actualidad y el proyecto ELENA-PRIMAVERA financiado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) desde 2021.

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