La Junta de Castilla y León planea calentar 1.200 edificios públicos con biomasa. El uso de la biomasa con fines energéticos en Castilla y León se verá impulsado de manera sustancial gracias a las medidas contra el cambio climático que la Junta ha acordado aprobar a partir de 2020.
Entre las 10 medidas incluidas en el Acuerdo 26/2020, de 4 de junio, la tercera indica que la biomasa es la fuente de energía de referencia para calentar los edificios administrativos en sustitución de los combustibles fósiles.
Según Javier Díaz, presidente de la Asociación Española de la Biomasa –AVEBIOM-, “el Acuerdo adoptado es una excelente noticia para nuestro sector. El compromiso cada vez más definido de la Junta con la biomasa, y el ejemplo que esto supone para el resto de la sociedad, va a generar actividad y nuevos empleos, tanto en la parte de los aprovechamientos forestales como en la fabricación de pellet y astilla y en la instalación de equipos de combustión”.
El presidente de AVEBIOM recuerda los beneficios que la valorización energética de la biomasa conlleva: “menor riesgo de incendios forestales, soberanía energética, empleo rural, y todo en el marco de la economía circular sostenible, consustancial a nuestro sector.”
Desde 2013, Somacyl ha promovido la instalación de sistemas térmicos con biomasa en más de cien edificios públicos. A partir de ahora se pretende actuar sobre otros 1.200 edificios, entre los cuales figuran cerca de 300 centros de educación primaria, cuya gestión comparte con los ayuntamientos.
Además, según el inventario de bienes de 2019, la Junta es propietaria, u ostenta algún derecho real, de 2.700 inmuebles, que, en su gran mayoría requieren calefacción y ACS. El potencial es, pues, enorme.
La comunidad autónoma es una “mina” de biomasa forestal: alberga una superficie forestal de 4,9 millones de hectáreas, de las que tres millones están arboladas y 1,8 millones de hectáreas corresponden a bosque cerrado.
La Consejería de Medioambiente se encarga de gestionar 1,3 millones de hectáreas de superficie forestal arbolada, garantizando la sostenibilidad de la “mina” mediante una gestión cada vez más ordenada: cerca del 70% de esta superficie se maneja de acuerdo a algún tipo de documento técnico –proyecto de ordenación, plan técnico, etc- y más de 751.000 hectáreas están certificadas en el esquema PEFC.
Los pinares gestionados por la Junta, fuente fundamental de biomasa para usos energéticos, ofrecen una “posibilidad” –o cantidad de madera disponible para ser aprovechada de forma respetuosa con el medioambiente- de 2,5 millones de metros cúbicos cada año (Mm3/año).
En estos montes se ha aprovechado como media durante el último quinquenio 1,4 Mm3/año, es decir, el 60% de su posibilidad. Una cifra superior a la media nacional y similar a la europea. Lo explicó Javier Ezquerra, jefe de servicio de gestión forestal de la Junta de Castilla y León, durante la Conferencia Internacional sobre el mercado doméstico de pellets organizada por AVEBIOM en septiembre de 2019. En montes privados el aprovechamiento se acerca al 50%.