Bioeléctrica de Garray y Gestión de Biomasas, ambas empresas del grupo ENSO, han recibido su acreditación SURE tras concluir con éxito la correspondiente auditoría el primer día de septiembre de 2021 y anticipándose a la transposición de la Directiva RED II en España.
Con estos dos nuevos certificados, España ya suma cuatro acreditaciones en SURE y se coloca a la cabeza de Europa en compromiso empresarial con la sostenibilidad de la biomasa para usos energéticos. En julio de este año, ENCE fue la primera en hacerlo en sus plantas de Extremadura y Pontevedra. La compañía polaca Eteris ha sido la quinta compañía en lograrlo.
Según Aitor Rentería, responsable de Gestión de Biomasas de la empresa, “ENSO está firmemente comprometido con la sostenibilidad y desarrolla dese hace años sus protocolos y normas de trabajo internas de forma que permitan una perfecta trazabilidad. Es por ello que la certificación de nuestras compañías se ha podido realizar en un tiempo muy corto, ya que no ha supuesto modificación de nuestros procesos sino adaptación documental al sistema SURE”.
RED II, oportunidad para demostrar la sostenibilidad del aprovechamiento energético de la biomasa
La Comisión Europea, a través de la Directiva de Energías Renovables 2018/2001 (RED II), va a imponer el cumplimiento de una serie de criterios de sostenibilidad a la biomasa empleada en centrales de generación de energía de más de 20 MW si es biomasa sólida, y de más de 2 MW para biomasa gaseosa.
La inminente transposición de la RED II a las legislaciones nacionales obligará a todas las empresas de la cadena de suministro de biomasa y a las propias centrales a certificarse en alguno de los esquemas homologados por la propia comisión, uno de los cuales es SURE.
La biomasa originada en España es sostenible dada a la amplia regulación existente, que impone importantes restricciones y controles para su aprovechamiento y utilización. No obstante, al ser la RED II de aplicación en toda Europa y afectar a todo tipo de biomasa con independencia de su origen (incluyendo la proveniente de terceros países con riesgo real de deforestación), es necesario presentar documentación adicional que lo ratifique.
En este momento, explica Pablo Rodero, responsable de proyectos certificación en AVEBIOM y presidente del European Pellet Council, “la asociación está contactando con las comunidades autónomas para que elaboren una Evaluación de Riesgos Regional que facilite a los agentes más pequeños de la cadena de suministro de la biomasa la realización de una autodeclaración de origen. De esta manera, todo el conjunto (empresa y cadena de suministro) podrá demostrar que trabaja acorde a la normativa RED II”.