Hunosa transformará la térmica La Pereda en una central de biomasa

Hunosa ha resultado adjudicataria de 50 MW para la explotación de una central de biomasa en la subasta convocada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para otorgar el Régimen Económico de Energías Renovables (REER). La transformación de la térmica de La Pereda a una central de biomasa, responde a los objetivos de consolidar la viabilidad de la compañía, contribuir a una economía limpia y sostenible y vertebrar su territorio de referencia, con un claro compromiso con la descarbonización.

El régimen retributivo obtenido avala la continuidad de La Pereda durante al menos 20 años y garantiza el mantenimiento del empleo de la propia instalación, generando además nuevos puestos de trabajo al impulsar la actividad que supondrá el desarrollo del sector de la biomasa forestal. Permitirá, también, acometer nuevos proyectos de captura de CO2 y de redes de calor en torno a esta instalación.

El plan de transformación de La Pereda responde al compromiso de Hunosa con una transición justa hacia una economía descarbonizada y fue aprobado en diciembre de 2020 por su Consejo de Administración con un triple objetivo: asegurar la rentabilidad de la central y de Hunosa, contribuir a la descarbonización de la economía y economía circular, y favorecer la vertebración de las comarcas afectadas por el cierre de la minería mediante el mantenimiento y la creación de empleo.

Desde entonces, el proyecto ha superado todos los trámites medioambientales. El pasado mes de mayo, la Comisión de Asuntos Medioambientales (Cama) emitió el preceptivo informe favorable de impacto ambiental y la Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, con resolución del 21 de junio de 2022, formuló la declaración de impacto ambiental que determina “la viabilidad, a los efectos ambientales, de la realización del Proyecto de Transformación de la Central Térmica de La Pereda”.

El uso de la biomasa como combustible se enmarca en el proceso de transición ecológica, apostando por una economía limpia, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la eficiencia energética y el impulso de la generación de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables. Además, este proyecto tiene vocación de ayudar al necesario impulso de la gestión forestal de los bosques, una asignatura pendiente en una parte importante de los montes asturianos.

El plan de Hunosa incide en la transición justa a una economía descarbonizada, favoreciendo la vertebración de las comarcas afectadas por el cierre de la minería mediante el mantenimiento y la creación de empleo. El impacto socioeconómico del proyecto de la nueva Pereda permitirá mantener los puestos de trabajo actuales y la creación de, al menos, unos 200 nuevos empleos por empresas dedicadas a la gestión forestal y tratamiento de la biomasa.

La Pereda es una central termoeléctrica de lecho fluido circulante, con una potencia de 50 MW. Se puso en explotación en 1994, dentro de la política de diversificación y puesta en valor de los conocimientos y recursos naturales de Hunosa. 

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