Microalgas que convierten la energía de la luz solar en biomasa

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El proyecto CO2Algaefix, destinado a la valorización del dióxido de carbono mediante cultivos de microalgas, finaliza tras cuatro años de investigación y desarrollo. Este ambicioso proyecto, cofinanciado por la Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Europea a través del programa Life+, nació con el objetivo de demostrar la viabilidad de un proceso de captura y biofijación de CO2 mediante microalgas, en una planta industrial de generación eléctrica. La ‘Monitor Team’ para la Comisión Europea del proyecto CO2Algaefix, Filipa Ferrao, ha realizado la última visita a la planta de cultivo de microalgas ubicada en la localidad gaditana de Arcos de la Frontera donde ha podido comprobar el alcance real de ejecución del prototipo, así como los múltiples avances técnicos y económicos experimentados. Filipa Ferrao ha señalado que “es importante todo lo aprendido a lo largo de estos cuatro años, incluyendo los errores, ya que servirá para mejorar el actual estado de la técnica y la continuidad de la operación de la instalación, y de otras similares”.

El proyecto CO2Algaefix ha supuesto la construcción y operación de una planta de cultivo de microalgas, a escala preindustrial, en Arcos de la Frontera, zona con elevado nivel de radiación solar y temperaturas que favorecen el cultivo de estos microorganismos fotosintéticos, utilizando como fuente de carbono los gases de combustión de la Central de Ciclo Combinado de Iberdrola (1.600 MW de potencia instalada), adyacente a la planta.



Las microalgas son organismos fotosintéticos capaces de convertir, con elevadas tasas de eficiencia, la energía de la luz solar en biomasa, consumiendo para ello dióxido de carbono como nutriente principal y liberando oxígeno a la atmósfera. Esto permite mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero a la vez que se obtiene una amplia variedad de productos, todos ellos con aplicación en diversos sectores, como son el agrícola, nutraceútico, cosmético o acuícola, entre otros.


La idea de instalar distintas tecnologías de cultivo surgió con el objeto de comparar las tasas de productividad alcanzables, en términos de producción de biomasa y fijación de CO2, además de poder contar con una instalación versátil y con capacidad para cultivar un amplio abanico de estirpes y con distintos costes de construcción y producción.

En este sentido, la Monitor Team resaltó durante la visita la importancia de todo el bagaje de conocimiento y valiosas experiencias adquiridas a lo largo del periodo de  4 años en que se ha desarrollado el proyecto, incluyendo los errores, de los que se ha obtenido una información muy relevante que ha servido para mejorar el estado de la técnica y que permitirá dar continuidad a la operación de esta planta, y de otras que puedan construirse en el futuro, con criterios de eficacia.