Cómo contribuye la biomasa a la Agenda 2030 de desarrollo sostenible

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La biomasa es un combustible prácticamente neutro en cuanto a emisiones de CO2. Los equipos actuales realizan un control continuo de la combustión y utilizan sistemas automáticos de filtraje y de limpieza de los intercambiadores.

 


La biomasa es una fuente de calor universal, renovable y eficiente que no depende de factores externos como puedan ser los meteorológicos. Es por lo tanto la única tecnología, junto a la hidráulica, capaz de producir energía con recursos renovables de manera estable.

 


La biomasa se basa en un modelo energético distribuido en el que la generación ocurre cerca del punto de suministro. Redistribuye el valor añadido entre toda la cadena de valor, se produce a nivel local y sustituye el consumo de combustibles fósiles procedentes de otros países. Se estima que la biomasa genera tres nuevos puestos de trabajo por cada MWt.

 


En este sentido, la biomasa ofrece competitividad, eficiencia, ahorro e independencia energética. Al ser un modelo de energético menos centralizado, con la biomasa se producen menos pérdidas por distribución, la oferta se adapta a la demanda y se genera un mayor empleo.

 


La instalación de calderas de biomasa en lugar de combustibles fósiles reduce las emisiones y mejora la calidad del aire en las zonas urbanas. Además, la generación de energía con biomasa es un motor de empleo sostenible en entornos rurales, afectados en muchos casos por la despoblación.

 


La biomasa es uno de los recursos más abundantes de la naturaleza. Lo utiliza cerca del 40% de la población mundial para cocinar y calentarse. Su uso de manera inteligente y sostenible, apoyado en la tecnología, ofrece enormes ventajas y sinergias a la sociedad. Los subproductos resultantes se aplican como biofertilizantes dentro de una economía circular.

 


La emisión neutra de gases de efecto invernadero por parte de la biomasa contribuye a reducir el impacto del cambio climático.

 


El uso inteligente y bien gestionado de la biomasa contribuye a mejorar la gestión de los bosques y a reducir el riesgo de incendio. De esta manera ayuda de manera significativa a preservar el patrimonio forestal.